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Las vacunas y el sistema inmune

Los gérmenes están alrededor, tanto en el entorno como en el cuerpo. El cuerpo tiene muchas formas de defenderse contra los patógenos (organismos que causan enfermedades). Cuando un patógeno infecta el cuerpo, las defensas llamadas sistema inmunológico, se activan y el patógeno es atacado y destruido o vencido.1

¿Cómo ayudan las vacunas?

Las vacunas contienen partes debilitadas o inactivas de un organismo en particular (llamado antígeno) que desencadena una respuesta en el sistema inmune dentro del cuerpo. La vacuna no causará la enfermedad en la persona que recibe la vacuna, pero hará que su sistema inmunitario responda tanto como sea posible; es su primera reacción al tener contacto con el patógeno real.1,2

Cuando alguien está vacunado, es muy probable que esté protegido contra la enfermedad objetivo.1

¿Cómo funcionan las vacunas?

Las vacunas ayudan a desarrollar inmunidad al imitar una infección. Este tipo de infección, sin embargo, casi nunca causa enfermedad, pero hace que el sistema inmunitario produzca células específicas (llamadas linfocitos T y anticuerpos).2

Una vez que la infección de imitación desaparece, el cuerpo queda con células de memoria (llamadas linfocitos T de "memoria" y linfocitos B) que recordarán cómo combatir esa enfermedad en el futuro. Sin embargo, normalmente el cuerpo tarda algunas semanas en producir linfocitos T y linfocitos B después de la vacunación. Por lo tanto, es posible que una persona infectada con una enfermedad justo antes o justo después de la vacunación, pueda desarrollar síntomas y contraer la enfermedad, porque la vacuna no ha tenido suficiente tiempo para brindar protección.2

Algunas vacunas requieren dosis múltiples, administradas con semanas o meses de diferencia. Esto a veces es necesario para permitir la producción de anticuerpos de larga duración y el desarrollo de células de memoria.1

Se cree que la inmunidad es adquirida naturalmente por tener la enfermedad y que ésta, es mejor que la inmunidad proporcionada por las vacunas. Sin embargo, las infecciones naturales pueden causar complicaciones graves y ser mortales.2

Esto es cierto incluso para enfermedades que muchas personas consideran leves, como la varicela. Es imposible predecir quién contraerá infecciones graves que pueden conducir a la hospitalización.1

Las enfermedades que previenen las vacunas aún pueden ser muy graves, y la vacunación es la mejor manera de prevenirlas.1

Para saber sobre más hábitos para fortalecer el sistema inmune, se aconseja consultar al médico.

Referencias: